Algunos alquimistas definieron la alquimia como la elevación de las vibraciones. No hay nada que eleve más la mente humana que la consciencia, la meditación y el silencio.
Tres cualidades que nuestras sociedades avanzadas han olvidado, no solamente eso, sino que desprecian y temen. Es muy difícil manejar a las personas con consciencia, hacerle cambiar de ideas a las personas que meditan y engañar a las que observan en silencio.
Nuestra sociedad actual premia la difamación (difama que algo queda), la ignorancia (que produce miedo), y la palabrería innecesaría que hace que no se escuchen los unos a los otros.
En el mar de cristal de Internet, foros y blog, muchas veces tras el anonimato o nombres ficticios, se cuelgan esas difamaciones, esas puñaladas traperas que siempre estarán ahí para engañar, desprestigiar, en definitiva hacer daño o aplastar a quien no este de acuerdo conmigo.
También hay voces y mentes que se alzan como un faro para ayudar, servir y guiar. Está claro que estas utilizan otro lenguaje: el afecto, el respeto, y la generosidad humana. Estas voces son la verdadera alquimia que eleva la vibración humana.
Todos podemos ser críticos, pero generosos y constructivos. No recuerdo que autor dijo "Vivimos tiempos interesante" ¡Cuidado comenzamos a vivir tiempos que no interesan a nadie!